Pintura y fotografía desde Marruecos, en La Mar de Arte

Caleidoscopio, historia de una colección recoge las obras de los más representativos artistas marroquíes contemporáneos, mientras que La estrecha brecha incluye fotografías realizadas por Alfredo Cáliz durante sus estancias en Marruecos.

El Centro Cultural de Cajamurcia acoge hasta el 10 de agosto la exposición 'Caleidoscopio, Historia de una colección' que reúne las obras más representativas de las distintas generaciones de artistas marroquíes contemporáneos adquiridas por Attlajariwafa Bank, el primer mecenas del arte de Marruecos, país al que se dedica este año el festival La Mar de Músicas.

La muestra es una pequeña parte de la colección privada de este banco marroquí, adquirida durante más de 30 años, tal y como ha señalado la concejala de Cultura, Rosario Montero.

En ella se encuentran obras de artistas tan carismáticos como Belkahia, Abouelouakar, El Glaoudi, Bellamine, Kacimi, Miloud Labied, Melehio o el artista fundador del arte contemporáneo en Marruecos, Jilail Gharbaoui, una figura representativa de la pintura marginal.

También se encuentran trabajos híbridos entre pintura y escultura, como es el caso de las inquietantes piezas de formas minimalistas y estructura metálica de Abdelkrim Quazzani, un artista inclasificable. O las obras de Abdellah Hariri, quien inserta letras árabes en el espacio pictórico sugiriendo interpretaciones estéticas e intelectuales.

A través de los trabajos de estos artistas jóvenes se evidencia la fascinación que ejerce Marruecos sobre la mirada occidental.

UNA ESTRECHA BRECHA

También esta mañana y dentro de La Mar de Arte se ha inaugurado otra exposición en la galería Bisel, 'Una estrecha brecha', de Alfredo Cáliz, fotógrafo y colaborador habitual de El País Semanal que muestra un ensayo fotográfico en blanco y negro del Marruecos contemporáneo, fundamentalmente urbano, realizadas durante sus viajes al país vecino, en el período de 1996 a 2006. Un país que nunca antes había visitado y que ha ido descubriendo y comprendiendo poco a poco, derrotando mitos y prejuicios sobre la sociedad marroquí.

Por esto, las fotografías no presentan un Marruecos congelado en el tiempo, revestido de estereotipos, sino que son imágenes fruto de su vivencia personal. Después de su experiencia puede decir que la brecha que separa ambos continentes es estrecha y amplia a la vez. Posiblemente hay una imagen fabricada desde España construida al calor de los orientalismos, lo exótico, la religión... Se considera el Oriente español aunque en realidad sea el Occidente del Islam, ha dicho el fotógrafo.

Esta exposición, como el resto de las incluidas en La Mar de Arte, podrá visitarse hasta el 31 de julio.

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