El prestigioso director de cine Emir Kusturica junto a su frenética banda de música acaba con las entradas en La Mar de Músicas

Novalima y Dj Floro completarán una de las noches con más ritmo del festival.

Emir Kusturica es el cineasta serbio que ha dirigido películas tan enloquecidas como ‘Gato blanco, gato negro’. El amigo de Diego Armando Maradona, que rodó un documental sobre el pibe de oro el año pasado y afirma que lo que hay en todas sus películas es la locura mirada por un hombre loco. Así que si a alguien se le pasa por la imaginación el simil con Woody Allen, mejor lo olvida. La música que el gusta al judío neoyorkino es la de los grandes del jazz de antes de la Segunda Guerra Mundial; aquella con la que disfruta Kusturica es bastante más salvaje y ruidosa. En 1985, Emir Kusturica (Sarajevo, 1954) ganó la Palma de Oro de Cannes con ‘Mi padre está en viaje de negocios’. Tres años después, recibía el premio al mejor director con ‘El tiempo de los gitanos’ y, en 1995, su segunda Palma de Oro con ‘Underground’. Con su primer largometraje, ‘¿Te acuerdas de Dolly Bell?’ (1981), ya se había llevado el serbio el León de Oro del Festival de Venecia. Ahora llega a La Mar de Músicas de Cartagena acompañado por su banda The No Smoking Orchestra en La Noche de La Verdad, y agota las entradas. El concierto será el sábado 11 de julio a las 23:00 horas en el Auditorio Parque Torres.

Emir Kusturica -escribió Elsa Fernández-Santos en El País que tiene cara de matón retirado- es también el (limitado) guitarrista de la No Smoking Orchestra -la orquesta Prohibido Fumar-. Con él andan en esta fanfarria punk su hijo Stribor, que toca la batería y se encarga de la música de sus películas tras el sonado divorcio de Emir Kusturica y Goran Bregovic; el violinista Dejan ‘El juez’ Saparavalo o el cantante Nelle Karajlic, más conocido por su apodo de Doctor Nelle. Karajlic, que podría ser uno de los personajes de las películas de Kusturica –de hecho actúa en ‘Underground’, en la que hace de un gitano que toca el acordeón subido a un tanque-, fue quien montó en los años ochenta, en la antigua Yugoslavia, la banda punk Zabranjeno Pusenje (Prohibido Fumar, en su traducción al castellano). O sea, el germen de la NSO creada en Belgrado y cuya vida en la carretera ha filmado el histriónico director de cine en ‘Super 8 Stories’ (2001). Con ‘El juez’ y ‘El doctor’, Kusturica ha escrito las canciones para la película ‘La Vida es un Milagro’, y con su hijo Stribor presentó en París su ópera punk ‘Tiempo de Gitanos’. Emir Kusturica y su tropa se desatan en directo con temas como ‘Pitbull Terrier’, ‘¿Fue realmente Romeo un gilipollas? o ‘El diablo viaja en clase business’. No dan tregua. Bautizaron su música como ‘unza unza’ (o chunda chunda, en román paladino). Una verbena balcánica en toda regla con esos metales y ese bombo infalibles a la hora de enardecer al público. En el festival de Cannes del 2007, Kusturica decía que el cine ya no hace preguntas y que sólo busca diversión. No parece que él busque otra cosa en la música que hacer un poco el gamberro con 54 años. Una descarga brutal de adrenalina.

Novalima y Dj Floro

Ritmos afroperuanos, entre temas tradicionales y composiciones inéditas, cocinados con salsa, funk, dub y electrónica por Novalima. La fuerza de una música ancestral, combinada con los teclados Fender Rhodes, Hammond o Korg de la vida, con el hipotético fin de hacerla más accesible a los más jóvenes. Unos ritmos afroperuanos, como el landó, la marinera y el festejo, dados a conocer por cantantes como Susana Baca, Tania Libertad, Eva Ayllón o Pamela Rodríguez, que durante mucho tiempo estuvieron confinados en las pequeñas comunidades negras de Perú. Buena ocasión para recordar al poeta Nicomedes Santa Cruz, el hombretón que mientras se ganaba la vida en Radio Exterior de España, mantuvo viva la herencia de esos cantos cuyos orígenes se pierden en los tiempos de la esclavitud. Y a David Byrne, que tuvo el olfato de publicar, en 1995, en su sello Luaka Bop, un recopilatorio titulado ‘The Soul of Black Peru’ con tesoros musicales afroperuanos a los que nadie, o casi nadie, prestaba entonces atención. La intención de Novalima es acercar la tradición afroperuana a la cultura de baile mundializada. Encontrando cierto equilibrio entre sonoridades acústicas y tecnológicas, los de Novalima arman sus canciones a partir de la percusión, la voz y los cantos, porque la base de su trabajo es la música de raíz.

Tres discos definidos por Novalima como “experimentación, introspección y evolución”. El más reciente, ‘Coba coba’ –sería la expresión con la que los músicos afroperuanos se van animando unos a otros cuando están tocando-, es una de las apuestas del sello estadounidense Cumbancha, primo hermano de Putumayo. En este tercer título de Novalima han participado raperos cubanos, congueros, trompetistas, una chelista y el español Gecko Turner. Además del productor británico Toni Economides, con trabajos anteriores para Nitin Sawhney, Da Lata o Bugz in the Attic. Actuarán en el Castillo árabe a eso de la una de la madrugada.

Tras Novalima será el turno del ya mítico y conocido por todos los asistentes al festival Dj Floro.

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