Desmantelada una organización que empadronaba fraudulentamente a ciudadanos extranjeros en situación irregular

Se procedió a la detención de 11 personas de nacionalidad marroquí por un delito de falsedad documental.

Los detenidos cobraban hasta 300 euros por empadronar ilegalmente a sus víctimas en viviendas sin conocimiento de sus legítimos propietarios

La Policía Nacional procedió a la detención de once personas de nacionalidad marroquí, como integrantes de una red criminal dedicada a la falsificación de contratos de arrendamiento que acreditaban la residencia en domicilios de personas extranjeras en situación ilegal en España y que eran utilizados posteriormente para regularizar su documentación.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de marzo, cuando se tuvo conocimiento de la existencia de varios domicilios ubicados en el casco urbano de Cartagena donde constaban empadronados un elevado número de ciudadanos extranjeros de diversas nacionalidades, entre otras Marruecos, Senegal, Guinea, Pakistán o Ghana.

Los ahora detenidos conseguían la documentación de los legítimos propietarios de las viviendas a través de personas que anteriormente llegaron a residir legalmente mediante alquileres en las mismas.

Una vez en su poder la documentación y datos de identidad, pasaban a la fase de captación de "clientes" a través del "boca a boca" y de algunos locales regentados por ciudadanos extranjeros.

A continuación se acordaban los plazos de empadronamiento necesario, los importes a pagar y se pasaba a la preparación de solicitudes de empadronamiento.

Posteriormente procedían a falsificar íntegramente los contratos de arrendamiento y autorizaciones individualizadas de residencia, simulándose en éstos las firmas y datos de identidad de los propietarios, presentando esta documentación, por los ficticios inquilinos, en dependencias municipales.

Finalmente y una vez empadronados, se cerraba el ciclo mediante el pago a los responsables de la organización de las cantidades pactadas. Dichas cantidades siempre rondaban los trescientos euros, si bien las mismas pueden no parecer excesivas, sí proporcionaban un importante lucro a los organizadores, al empadronar éstos en las viviendas hasta a seis o siete personas distintas.

La finalidad principal de los falsos empadronamientos era la de realizar trámites ante la Oficina de Extranjería en Murcia, principalmente reagrupaciones familiares y solicitudes de arraigo social. En otros casos se perseguía asistencia sanitaria en área de Cartagena o acreditar un domicilio para la solicitud de la nacionalidad española.

Las investigaciones han sido llevadas a cabo por la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Cartagena.

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