Mariano Sánchez: Aprendamos de la historia de Cartagena para sobreponernos en estos difíciles momentos

Antes de hacer un repaso por las tropas y legiones de capitanes históricos del equipo cartagenero y de poner de manifiesto la importancia del deporte en Cartagena, el capitán ha anunciado que desde este domingo en una de las mangas de la equipación los jugadores llevarán el símbolo de estas fiestas paseándolo por toda la geografía española

Pasaban las nueve de la noche cuando se encendía el pebetero dando comienzo, ahora sí, y tras meses de trabajo, a las Fiestas de Carthagineses y Romanos que vivirán su XXIV aniversario. El júbilo y la alegría se palpaban en la Plaza del Ayuntamiento donde cientos de cartageneros se agolpaban impacientes para ser testigos del pistoletazo oficial de estos festejos.

 

Minutos antes, al ritmo de tambores y trompetas y con las luces del Palacio Consistorial apagadas, la antorcha de fuego hacia su entrada en la céntrica plaza de manos del cortejo oficial encabezado por la concejala de Festejos, Florentina García; el presidente de la Federación de Fiestas, Javier Ibernón; el director de la ONCE en Cartagena; Germán Moya, el Sufeta, el Presidente del Senado, el Festero Honoris Causa, Leandro Sánchez; y el pregonero de las fiestas, Mariano Sánchez, capitán del Fútbol Club Cartagena.

 

 

El actual capitán ha sido el protagonista de estas fiestas ganándose a los festeros desde el primer segundo con un vídeo en el que rememoraba la gesta alcanzada por el FC Cartagena tras conseguir el ascenso a Segunda División. Entre aplausos, un Sánchez emocionado pronunciaba las primeras palabras de este partido que hoy disputaba en un escenario distinto.

 

 

Era la segunda vez que subía al balcón del Palacio Consistorial, recordaba Martínez, quien esta noche representaba a todos los deportistas que han defendido y defienden el nombre de la ciudad portuaria. Me siento un cartagenero más de sentimiento, afirmaba, momento en el que animaba a los festeros a sobreponerse en estos momentos difíciles, poniendo como ejemplo el pasado histórico de Cartagena, ciudad que siempre ha resurgido de sus cenizas.

 

 

Alzad vuestras armas tropas y legiones y luchemos por Cartagena, por hacer de esta ciudad un referente a nivel nacional e internacional, pero también por los momentos de gloria del FC Cartagena y de los partidos que tenemos que ganar. Es en este momento de su discurso cuando Martínez ha anunciado que a partir de este domingo el símbolo de estas fiestas viajará con ellos al estar impreso en unas de las mangas de la equipación cartagenera.

 

 

Un discurso breve y emotivo en que también han tenido cabida los míticos capitanes del club desde la leyenda vida de Pedro Arango, pasando por la magia de Ricardo, la templanza de Juan Huertas, la sabiduría de Paco Sánchez, la garra de Alejandro Sagarduy, la elegancia de Víctor Fernández y también de Francisco Hernández.

 

La fiesta es de Cartagena, la fiesta es vuestra, reafirmaba el popular capitán quien ha invitado a que la alegría continuase en el campamento hacia donde ponían rumbo autoridades municipales, festeros y todos aquellos que viven por primera vez estos festejos.

 

 

La intervención del pregonero estuvo precedida por las palabras del presidente de la Federación de Fiestas quien recordó que la historia de Cartagena nos identifica como la brisa del Mediterráneo, una historia que la ciudad tuvo el privilegio de vivir y que cada año recrea. Cartagena brilla con luz propia y que el tiempo nos acompañe, exhortaba, no sin antes animar a todos a disfrutar de estos diez días de fiestas.

 

 

Cartagineses y Romanos vamos a enseñar a España cómo hacer una batalla, cómo hacer unas fiestas pacíficas y vamos a ganarlas, seguía la alcaldesa, Pilar Barreiro.

 

Una noche mágica que no hacía más que empezar y en la que la iluminación jugó un papel relevante como nunca antes lo había hecho. No fue hasta las arengas de los generales Aníbal y Escipión cuando el Palacio Consistorial recobró su iluminación tradicional.

 

Antes había tenido lugar el nombramiento del Festero Honoris Causa al presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios de Cartagena, Leandro Sánchez, quien ha hecho gala de su sentimiento cartagenero. Acto seguido se sucedieron las presentaciones de las damas Carthaginesas y Romanas, y con ellas se iluminaban los símbolos del Consejo Carthaginés y el Senado Romano, respectivamente, en la fachada del Consistorio, al tiempo que desfilaban los lábaros de tropas y legiones entre los aplausos de sus festeros.

 

 

EL FUEGO SAGRADO ILUMINA LAS CINCO COLINAS DE CARTAGENA

 

Los primeros pasos de Carthagineses y Romanos se daban a las siete y cuarto de la tarde cuando sacerdotisas y vestales con civiles recibían al fuego que arribaba en el Puerto de Cartagena. El encendido de la antorcha marcaba así el inicio de un desfile que finalizaría en el Molinete.

 

Seis portadores del fuego se sucedían en el transcurso hacia el Parque Arqueológico. Por orden: el presidente de la Federación de Fiestas, Javier Ibernón; la concejala de Festejos, Florentina García; el Sufeta, Ramón Pérez; el Presidente del Senado, Julio Guillamón; el director de la ONCE en Cartagena, Germán Moya; el Festero Honoris Causa, Leandro Sánchez; y el pregonero, Mariano Sánchez.

 

 

Tras ceder éste último el fuego al sacerdote, medio centenar de antorchas alumbraban la tarde que ya empezaba a dejar paso a la noche en Cartagena. En la cumbre más alta del Molinete cobraban protagonismo las cinco colinas de la ciudad portuaria. Su nombramiento, una a una, fue seguido de una batería de fuegos artificiales. Empezó el Monte Sacro, y tras él, San José, Despeñaperros, el Castillo de la Concepción, y el cerro del Molinete.

 

 

Junto a la gran expectación que suscitaba el encendido del Fuego Sagrado, en otro punto de la ciudad, la Plaza del Ayuntamiento, la iluminación de este año también generaba un gran revuelo. Con las luces del Palacio Consistorial apagadas, pasadas las ocho de la tarde empezaban a vislumbrarse tres proyecciones en la fachada del Consistorio con las señas de identidad del Consejo Carthaginés, el Senado Romano y el símbolo del 2.222 aniversario de la Batalla por Qart Hadast.

 

 

Asimismo, y para hacer más llevadera la espera del inicio de las fiestas se soltaron pelotas gigantes que no hicieron más que ambientar la plaza, al igual que las proyecciones en las pantallas gigantes que rememoraban las batallas de la época junto a fotografías de años anteriores que arrancaron los plausos de los festeros que no han querido perderse este inicio de las fiestas.

 

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