La vivienda tutelada de Asido estará operativa en octubre

La asociación ha puesto en marcha un proyecto para enseñar a adultos con Síndrome de Down a valerse por sí mismos

Queda menos de un mes para que adultos con Síndrome de Down aprendan lo que significa independizarse. Esta es la finalidad que persigue el proyecto Quiero vivir mi propia vida, que en octubre pondrá en marcha Asido Cartagena para que los adultos que padezcan esta enfermedad aprendan a valerse por sí mismos.

 

El proyecto de la vivienda tutelada lo ha presentado esta mañana la alcaldesa Pilar Barreiro, el presidente de Asido Cartagena, Santiago López, el vicepresidente de la Fundación Repsol, César Gallo, el delegado Territorial de ONCE, Juan Carlos Morejón y una de las futuras ocupantes del piso, Irina Sánchez.

 

El piso, ubicado en la calle La Paz, acogerá toda clase de talleres para que unos 50 usuarios de la asociación aprendan a realizar las diferentes tareas domésticas. Progresivamente, las estancias de los ocupantes se irán alargando hasta incluir pernoctaciones, ha explicado el presidente de Asido.

Entre los talleres que impartirán profesionales de Asido destacan conocimiento del entorno, organización del hogar, autocuidado e inclusión en la comunidad con la finalidad de ofrecer herramientas para desarrollar una vida de lo más autónoma posible.

 

Nos hace mucha ilusión a todos los padres de Asido igual que a ellos, ha recalcado Santiago López. Y es que otra de las finalidades de este proyecto es que las personas con Síndrome de Down puedan independizarse en un futuro y decidir si irse a vivir con su pareja, con sus amigos o con su familia.

 

De momento la vivienda tendrá cabida para 50 personas con síndrome de down o con discapacidad intelectual que irán rotando. Serán mayores de 18 años. Ocuparán el piso acompañados por profesionales de Asido que les darán todo el apoyo necesario. Aprenderán a vivir en comunidad y a tomar parte de lo que ocurre a su alrededor, ha incidido el presidente de Asido.

 

Asimismo, una de las beneficiarias de este proyecto, Irina Sánchez, ha expresado el deseo de las personas con Síndrome de Down de irse a vivir con los amigos o con su pareja y poder llevar una vida normal y corriente.

 

La vivienda la ha cedido la Fundación Rose y su reforma y equipamiento se ha llevado a cabo gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Cartagena, la Fundación Once, la Fundación Repsol y la Escuela de Infantería de Marina.  

 

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