La lucha contra el picudo rojo se hará con un nuevo sistema eficaz, barato y sin impacto ambiental

La herramienta, que esta mañana se ha probado en varias palmeras de Héroes de Cavite, consiste en una inyección de insecticida que va directa al torrente de savia, matando al picudo cuando muerde las hojas 

La lucha contra el picudo rojo, que ya ha afectado a unos 200 ejemplares de palmeras en Cartagena este año, continúa siendo una prioridad para la conservación de este elemento paisajístico. La concejalía de Infraestructuras del Ayuntamiento de Cartagena, a través de su servicio de Parques y Jardines, ha probado esta mañana un nuevo sistema para combatir la plaga, que actúa como una inyección de insecticida dentro de la propia palmera, propagándose por la savia y matando al picudo cuando muerde las hojas. Actúa también cuando la palmera ya está infectada e incluso es efectivo contra las larvas.

 

La nueva herramienta, que ya se ha empleado con éxito en varios municipios de Alicante, se ha probado en unas 70 palmeras de la plaza de los Héroes de Cavite y Santiago de Cuba, y en total, se aplicará en 200 ejemplares de los parques de titularidad pública de Cartagena. Alfredo Ahumada, director comercial de la empresa Provefe (Comercialización de productos fitosanitarios y asesoramiento agrónomo) que ha desarrollado la herramienta, ha explicado que lo más importante del sistema es su bajo impacto ambiental ya que el insecticida no tiene contacto con el entorno, como las fumigaciones, sino que lo deposita directamente en el interior de la palmera.

 

CUESTA 30 EUROS POR PALMERA

 

Además de la efectividad y limpieza, se trata de un tratamiento económico. La aplicación del insecticida cuesta 30 euros por palmera, mientras que el derribo de un ejemplar infectado cuesta alrededor de 200 euros.

 

Además de la empresa encargada, varios técnicos, contratistas y adjudicatarios del mantenimiento de jardines públicos han acudido a la prueba del nuevo sistema para erradicar la plaga del picudo rojo.

 

En cuanto a la forma de aplicación, se hace una perforación en el tronco de la palmera por la que se introduce una piqueta que se deja sellada, para que la palmera no interprete que tiene una herida. A continuación se introduce el insecticida con una jeringuilla por dentro de la piqueta, de forma que llegue al torrente de savia. Desde allí circula por las hojas, envenenando y matando a picudos o larvas que las muerdan para alimentarse.

Al cabo de 30 o 40 días la piqueta se vuelve a abrir para inyectar más insecticida y se vuelva a tapar. En este sentido, según ha explicado Ahumada, es menos dañino con la palmera que otros sistemas de inyección que necesitan una nueva perforación cada vez que ponen una nueva dosis.

ESPECIALMENTE DISEÃ'ADO PARA PARQUES PÚBLICOS

 

El tratamiento está especialmente diseñado para los parques públicos, ya que permite que mientras los turistas están paseando por la ciudad se estén haciendo los tratamientos en la palmera. No hay impacto ambiental ni estético ya que sólo queda a la vista un pequeño tapón en el tronco, ha explicado Ahumada, e incluso está pensado para mantener a raya a los posibles vándalos porque se instala en partes altas de la palmera.

 

El picudo rojo tiene un efecto demoledor en las palmeras, cebándose particularmente en la especie de palmera canaria, que abunda en la zona del levante. Una hembra pone entre 300 y 400 huevos y es capaz de desplazarse hasta 5 kilómetros en vuelo para encontrar una palmera en donde hacer la puesta. Las temperaturas suaves favorecen la propagación y se pueden dar entre 2 y 3 generaciones de picudo rojo al año.

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