El cantautor murciano Maez cambia a Lloyd Cole por Carmen Consoli

El concierto, incluido en la programación de La Mar de Músicas, pasa a ser el domingo 17 de julio debido a problemas técnicos  

El joven cantautor murciano Maez cambia de acompañante para su concierto en el festival La Mar de Músicas. Su actuación estaba prevista el lunes 18 de julio en el Cuartel de Artillería, haciendo de telonero al británico Lloyd Cole, pero la larga duración del concierto del líder los Commotions, ha motivado el cambio realizado por la organización del festival, pasando Maez a ser el telonero de la cantautora italiana Carmen Consoli, el domingo 17 de julio, también en Cuartel de Artillería, a las 22,30 horas. El precio para este concierto doble será de 15 euros.

 

Es un chico de la tierra -de Molina de Segura- que se hace llamar Maez. Ganador del certamen nacional de cantautores Cantigas de Mayo, celebrado en Ceutí en 2010, canta en inglés -folk acústico- y alguno se ha atrevido a comparar su forma de cantar con las de sus ídolos Amos Lee o Ray Lamontagne. Tiene 24 años, estuvo tocando la batería en un grupo hardcore de París, y asegura dejarse la barba por pura pereza. Pablo Matías Hernández López cambió un buen día la batería por una guitarra y se puso a escribir canciones. Hace un año, en una entrevista, el que siempre fue el raro de su pandilla decía: Mis amigos pensaban que sería gay y más tarde que estaba loco. Ahora sienten hacia mí una cierta admiración.

 

El cantautor murciano acompañará a la genial Carmen Consoli, uno de los conciertos más vendidos hasta la fecha por el festival. En un programa de radio de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) se afirmaba que la cantantessa, como es conocida en su país, tiene un estilo inconfundible en el que convergen la energía del rock, la armonía del pop y la profundidad de la mejor canción de autor.

 

Carmen Consoli (Catania, 1974) empezó a tocar la guitarra eléctrica a los trece años y asegura que, desde entonces, la música ha sido su vida. En una larga gira por Europa y Estados Unidos se reencontró con Sicilia. Contó que su mente estaba todo el tiempo en la isla y, a su regreso, sintió la necesidad de adentrarse en sus raíces. Ese viaje interior a las tradiciones, la lengua y los instrumentos musicales de su tierra natal se plasmó en las diez canciones de Eva contra Eva. Para ello contó con Goran Bregovic y Angélique Kidjo: Sicilia está cerca de África, respiramos los mismos aromas, explicó en EL PAIS. Antes, la cantautora, que admira a Janis Joplin y Billie Holiday, había publicado cinco discos -más de un millón de ejemplares vendidos- de pop alternativo, a la vez que comercial, con influencias anglosajonas: desde PJ Harvey, con quien la han comparado a menudo, hasta Nirvana. 

 

Acercándose a los cuarenta, y convertida en artista de culto en Italia, Carmen Consoli habría heredado el gusto por la música de su padre, un guitarrista aficionado al blues y la música negra. Con su primera banda, Moon Dog¿s Party, se dedicaba a versionar éxitos de Otis Redding, Aretha Franklin o Tina Turner. Y, desde el primer disco con su nombre, en 1996, Due parole, hasta el más reciente, Elettra, del 2009, Consoli ha sembrado el cancionero italiano de títulos como Amore di plastica, Confusa e felice, Parole di burro, L´ultimo bacio, Non molto lontano da qui  o Mandaci una cartolina.

 

Tampoco han faltado versiones como la de Je suis venue te dire que je m´en vais, de Gainsbourg, o la que grabó de L´animale, de Franco Battiato, para el disco homenaje Battiato non Battiato -en el 2008 él la invitó a compartir Tutto l¿ universo obbedisce all¿ amore y, en el 2009, fue Ornella Vanoni quien la llamó para L´appuntamento¿- En este mes de julio se cumplen diez años de la grabación de su primer directo: L´anfiteatro de la bambina impertinente, en el teatro griego de Taormina, con la Orquesta del Vittorio Emanuele de Messina dirigida por Paolo Buonvino.

 

Como le comentó a Pablo Gil, para El Mundo, hace ya unos años mis canciones se mueven entre un volcán y el mar: a veces grito y hago ruido, otras hay calma y armonías románticas y agradables. Escribió entonces Gil que su voz ha acompañado a una generación de jóvenes italianos que encontraron en sus letras el eco de sus propias angustias, la típica encrucijada del paso de la adolescencia al mundo de los adultos. Y lo que le dijo Carmen Consoli sigue siendo válido: Para mí es muy importante reconocer que creces, que no puedes cantar canciones juveniles eternamente. Cuando tenía veinte años mis historias iban de rebeldía y transgresión; ahora intento ser más una mujer de treinta. Quiero vivir mi edad, no pretender otra cosa.

 

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