Investigadores aplican una tecnología más precisa para que las plantas sean más resistentes al cambio climático

¿Puede la tecnología superar los efectos adversos del cambio climático? Investigadores de todo el mundo ya están estudiando cómo reducir las olas de calor o de frío, el aumento del nivel del mar o la extinción de especies animales y de plantas, como consecuencia del cambio climático. El 6° Workshop de Investigación Agroalimentaria de la Escuela de Agrónomos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha tratado en su segunda sesión las herramientas de clonaje modular que existen para editar el genoma en las plantas y que pueden ayudar a evitar la desaparición de especies como consecuencia del cambio climático.

El científico titular del CSIC Diego Orzaez, que también colidera el grupo de Biotecnología de Plantas del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) de la Universidad de Valencia ha abordado en una conferencia cómo la tecnología facilita hacer plantas transgénicas. Para ello ha expuesto la existencia del Crisper Cas 9, una tecnología recientemente novedosa que permite 'cortar y pegar trozos de DNA'de una menera mucho más precisa para que se puedan hacer cambios genéricos más seguros. Según ha explicado, este tipo de tecnología no solo se usa en el ámbito agronómico, sino que también se está empleando en medicina, para tratar enfermedades o en otros organismos con vida.

'Son tecnologías de editado genético, que permiten modificar un mensaje o un texto en el momento o en el sitio exacto, es poder cambiar en el punto que quieras', ha añadido. En este sentido, ha comentado que la edición del genoma de las plantas se usa para 'mejorarlas' y adaptarlas a nuevas situaciones como el cambio climático, además de para hacerlas 'más saludables o resistentes a enfermedades'.

'Lo usamos para variedades que, por ejemplo, no podemos hacer crecer o que a lo mejor el agricultor no las puede hacer crecer porque no son resistentes a enfermedades o no les saca producción, para poder mejorarlas para mejorar contenido nutricional y hacerlas más resistentes a la sequía', ha asegurado.

Esta tecnología apareció hace 4 años, pero se usa en plantas desde hace dos. El investigador advierte que 'aún es pronto' para esperar resultados, pero afirma que 'hay muchas aplicaciones en los tubos de ensayo para poder mejorar las plantas y que sepan sobrevivir con menos agua'.

La evolución de su uso dependerá de si las plantas resultantes se consideran transgénicas o no. Orzaez señala que ahora mismo hay un debate a nivel europeo sobre esta cuestión, 'si nos dejan usarlas podremos obtener resultados rápidamente'.

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