Repsol finaliza en la refinería de Cartagena la parada programada del área de lubricantes

Más de 30 empresas contratistas, en su mayoría locales, han participado en los trabajos realizados en las últimas semanas, que han permitido la revisión de siete unidades de las dos plantas de lubricantes, y la incorporación de nuevos equipos. Además de la plantilla propia de Repsol, en la parada han trabajado 400 personas de media diaria, con puntas de 500 trabajadores.

La refinería de Cartagena ha destinado cerca de 15 millones de euros a esta parada programada, que ha supuesto la inspección de más de un centenar de equipos y cinco hornos de proceso, y el desarrollo de maniobras importantes, como la sustitución de una torre de 19 metros de altura.

El director de la refinería, Antonio Mestre, ha asegurado que estos trabajos, junto con la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, con una inversión de 188 millones de euros, "reflejan el compromiso de Repsol con el desarrollo del sector industrial en Cartagena y la Región de Murcia, y la apuesta por el empleo local".

La refinería de Cartagena ha finalizado la parada programada de su área de lubricantes. Los trabajos, que se han prolongado durante poco más de un mes, han requerido del apoyo de una treintena de empresas contratistas, en su mayoría locales, que han empleado a 400 personas de media diaria, llegando en momentos punta a 500.

Estos profesionales, bajo la supervisión de los propios trabajadores de la refinería de Repsol en Cartagena, han revisado más de un centenar de equipos, destacando cinco hornos de proceso en los que se han realizado maniobras destacadas, como el cambio de la torre en uno de ellos. La buena planificación de los trabajos y el desarrollo de la maniobra, con dos grúas de 160 y 60 toneladas, respectivamente, ha posibilitado mover e instalar con éxito una torre de 19 metros de altura y cerca de 11 toneladas de peso.

Otro de los trabajos importantes ha sido el cambio del refractario de uno de los hornos, la instalación de secciones envolventes de más de tres metros de diámetro, y la introducción de mejoras tecnológicas en una de las subestaciones, cuya función es alimentar los equipos eléctricos de la unidad.

Como novedad, se ha puesto en marcha, por primera vez, una aplicación móvil llamada 'Supervisor Task', que ha sido creada expresamente para las paradas que se realizan en las refinerías de Repsol. Esta herramienta digital, dirigida a los supervisores, se ha instalado en los dispositivos móviles especiales con los que se trabaja en las plantas. Con la nueva aplicación, los profesionales de Repsol pueden, in situ, comprobar el avance de los trabajos, actualizar listas de material o controlar los permisos de trabajo. De esta manera ya no es necesario trasladarse a la oficina para reportar la información vía telemática a los departamentos implicados en las tareas, mejorando la eficiencia en el trabajo y optimizando el tiempo de los empleados.

El director de la refinería, Antonio Mestre, ha asegurado que, con la finalización de los trabajos de inspección y mantenimiento, y la puesta en marcha de las inversiones programadas, la refinería es más eficiente, garantizando su adecuado funcionamiento para un nuevo ciclo de actividad. Mestre ha destacado que, de los 14,8 millones del presupuesto de la parada, cerca de 6 millones se han empleado en la incorporación de mejoras tecnológicas y de eficiencia energética. Para el director de la refinería, estos trabajos, junto a otros proyectos como la inversión de 188 millones para la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, "reflejan el compromiso de Repsol con el desarrollo del sector industrial en Cartagena y la Región de Murcia, y la apuesta por el empleo local".

Productos cotidianos

Una de las singularidades de la refinería de Cartagena es su capacidad de conversión, ya que todo el producto que llega a sus instalaciones se convierte en otros subproductos que sirven para la fabricación de materiales y bienes que la sociedad usa en su día a día.

En la unidad de lubricantes se obtienen bases de aceites lubricantes para su uso en España y para la exportación. Además, de esta planta salen otros productos, como parafinas que se utilizan en industrias como la textil, alimentaria y cosmética; betunes para pavimentación, o la materia prima necesaria para fabricar neumáticos.

Actualmente, desde la planta de lubricantes de la refinería de Cartagena se exporta más del 60% del total de la producción a 26 países.

Crecimiento internacional

Repsol lidera la venta de lubricantes en la Península Ibérica, con una cuota del 25% en España y del 19% en Portugal en 2020. El área de Lubricantes es el más internacional del grupo multienergético ya que tiene actividad comercial en 78 países. Precisamente, el pasado año, pese al desplome de la movilidad por los confinamientos decretados con motivo de la pandemia, su expansión internacional le permitió crecer.

En 2020 Repsol vendió 193.000 toneladas de lubricantes, lo que supone un crecimiento del 40% respecto al año 2015. La adquisición del 40% de la compañía mexicana Bardahl en 2018, y del 40% de United Oil en 2019 -con sede en Singapur y presencia preferente en Indonesia-, supuso un paso adelante en la estrategia de crecimiento. En 2020 el 30% del volumen vendido se obtuvo a través de estas dos participadas. Este año se consolidará esta expansión internacional poniendo foco en España, Portugal, Francia, Italia, Rumanía, Indonesia, México, Tailandia, Colombia, Perú y Brasil. El objetivo es alcanzar unas ventas totales de lubricantes de más de 300.000 toneladas en el año 2025.

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