La nueva edición facsímil de las Loas de Frutas de Antonio Oliver se presenta en el Mercado de Santa Florentina

La presentación tendrá lugar el viernes, 16 de noviembre, a las 12 horas, en el marco de la programación del Deslinde

El Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver ha organizado, en el marco del 50 aniversario de la muerte del escritor, una edición facsímil de uno de los cuadernos que conformarían su "Libro de Loas", que escribió bajo el heterónimo de Andrés Caballero, con la colaboración de su sobrina Teresina Valdivieso que los ilustraba.

La presentación tendrá lugar el viernes, 16 de noviembre, a las 12 horas, en el Mercado de Santa Florentina. Al acto acudirá el concejal de Cultura, David Martínez Noguera.

De los diez cuadernos manuscritos, que se custodian en el Archivo del Patronato, se ha escogido el de "Loas de frutas", con la idea de que los ejemplares se distribuyan gratuitamente a través de distintas fruterías de la ciudad, junto a carteles que reproducen algunas de estas loas y los dibujos que incluyen.

De este modo, se acerca a los ciudadanos la figura y la obra del poeta cartagenero con el regalo de estos cuadernos, como un acto más del Festival poético Deslinde, organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena, y que arropa además al Premio Internacional de Poesía Antonio Oliver Belmás, convocado por la Universidad Popular de Cartagena.

Al finalizar la Guerra Civil, Antonio Oliver pasó una larga temporada recluido en la casa de su hermana, en Murcia. En aquel retiro escribió lo que luego sería su "Libro de loas", publicado en 1947. En ellas se refleja una de las máximas oliverianas: "Alabar, construir, encender".

Teresina Valdivieso, sobrina del poeta y discípula del pintor Luis Garay, visitaba a su tío, que le encargó que fuera haciendo las ilustraciones a medida que él escribía las poesías. Este diría de los dibujos: "las ilustraciones de la pintorcilla valen más que las loas. Todo es ingenuo, joven y encantador". Ante esta afirmación, ella escribió en su diario: "¡Qué barbaridad!"

Fruto de aquella complicidad entre el poeta recluido y su sobrina, nacieron diez libretitas marrones, de las cuales se ha escogido la que contiene las "Loas de frutas".

 

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