Ortega Cano, feliz en su triunfal debut como ganadero: "También esto es especial"

Javier López.

Madrid, 23 ago (EFE).- El torero cartagenero José Ortega Cano está "feliz" por el triunfo ayer de su divisa de Yerbabuena, en Antequera, una tarde en la que dos de sus toros fueron premiados con la vuelta al ruedo y en la que salieron a hombros la terna junto al mayoral y al propio Ortega, en calidad de ganadero, "una alegría increíble triunfar así en mi debut con una corrida completa".

En declaraciones a EFE, Ortega Cano aseguró que la tarde tuvo un significado "especial" por muchos motivos, por "conseguir colaborar de esta forma tan importante en una corrida triunfal la primera vez que esta ganadería lidia un encierro completo, encima con figuras del toreo", pero sobre todo porque "por fin se están recogiendo los frutos a tanto trabajo", dijo.

"Es la primera vez que salgo a hombros como ganadero. Tantas veces lo hice como matador de toros, que ahora en esta faceta me produce una satisfacción igual de grande, pues hacerlo con aquella multitud de gente, junto a mi mayoral y tres figurones del toreo como son Ponce, Fandi y Perera, es algo indescriptible", reconoció.

Una gran corrida, en la que la terna se repartió ocho orejas y un rabo, pero en la que los toros de Yerbabuena fueron grandes protagonistas, pues además de salir "dos toros extraordinarios de vuelta al ruedo", los otros cuatro "fueron prácticamente igual de buenos, no sabría ahora cuáles podrían ser mejores que otros en cuando a bravura, nobleza y duración en la muleta", advirtió.

"Algunos de esos toros les dieron hasta cien pases, y luego poder ver el gran momento del "Fandi", la maestría de Ponce y cómo torea Perera, sometiendo mucho a los toros, bajándole mucho la mano, fue una delicia, porque además mis toros respondieron a las circunstancias con bravura y un fondo muy grande", añadió Ortega.

Triunfo grande, que Ortega disfrutó desde el callejón, como ganadero, y no como matador en el ruedo como tantas veces lo ha hecho, algo que le produjo "nostalgia de los buenos momentos", pero para nada sintió "envidia" de haber podido estar "ahí" en lugar de ellos disfrutando "en la cara del animal".

"El trabajo de ganadero es diferente, trabajas para ti pero también para el torero, y cuando sale una corrida como la de ayer se siente una generosidad muy grande, se disfruta mucho viendo torear, tanto como embestir a mis toros", aseguró el torero.

Una ganadería fundada en el año 1995, que posee dos encastes que van por separado: "por un lado está el encaste Domecq, con lotes de vacas de Jandilla y Algarra, y por otro tengo el encaste Pedrajas, de procedencia Guardiola, cuyo hierro compré a las cuatro hermanas Guardiola cuando falleció María Luisa Domínguez Pérez de Vargas", señaló.

"El encaste Pedrajas tiene mucha personalidad, son toros bravos para el caballo, que 'transmiten' mucho, pero que veces les cuesta embestir, y por eso estoy muy contento; se está viendo la evolución de la selección, consiguiendo que ese toro humille y dé espectáculo para que con veinte pases se consiga un triunfo grande", reconoció.

Lo positivo de esta ganadería es que el trabajo bien hecho está llegando a un momento "crucial", pues el año próximo "daremos el salto para lidiar cuatro corridas de toros", dijo Ortega, que comentó estar restablecido de los problemas de salud que tuvo este año, asegurando que el día 21 de septiembre toreará en Espartinas, para "mantenerme vivo y con la ilusión de poder vestirme de luces aunque sea un día".

"Cuando empezamos Rocío y yo pusimos mucho cariño, trabajo y mucho dinero con la ilusión de crear una ganadería de bravo que tuviera repercusión. Pienso que ella estará orgullosa de cómo van las cosas y a mí, aunque siga con la pena y acordándome mucho de ella, me está sirviendo para empezar a ser feliz junto a mis hijos, que son los que disfrutan ahora conmigo". EFE

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