La UPCT coordina un proyecto europeo Life+ que testará en 15.000 hectáreas un riego inteligente a demanda de la planta

Ocho profesores de cuatro centros de la Politécnica desarrollarán sensores de endometría y un algoritmo para ahorrar un 30% de agua y fertilizantes

La Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) coordinará durante los próximos tres años un proyecto europeo, que el pasado 8 de octubre celebró en la Escuela de Agrónomos su reunión inicial, de demostración del programa Life+ para implementar a gran escala un riego inteligente y automatizado que permitirá ahorrar agua y energía, contribuyendo a combatir el cambio climático y a incrementar la sostenibilidad de la agricultura de regadío.

El proyecto, denominado IRRIMAN y que lleva por título ‘Implementación de una gestión eficiente del riego para una agricultura sostenible’, se basará en la automatización, a través de un algoritmo, del riego en función del estado hídrico del suelo, la planta y la atmósfera, medidas de forma contínua con distintos sensores en el sistema de endometría.

“Las plantas nos indicarán sus necesidades hídricas”, cuenta Alejandro Pérez Pastor, coordinador del proyecto, en el que también están involucrados otros siete investigadores de la UPCT, de las escuelas de Agrónomos, Industriales, Caminos y Minas y de la Facultad de Ciencias de la Empresa. El CEBAS, la Consejería de Agricultura, la Universidad de Córdoba (UCO), la comunidad de regantes Genil-Cabra y la Federación de Comunidades de Regantes del Mediterráneo participan como socios. La UE cofinancia el proyecto con 840.000 euros.

“El proyecto parte de las investigaciones que desde hace años venimos realizando en la UPCT, así como en la UCO y el CEBAS, y es pionero por englobar el ahorro de agua, de energía y de emisión de C02 a la atmósfera”, explica Pérez Pastor. “Se va a monitorizar el ahorro energético”, detalla el también director de la Escuela de Agrónomos, para comprobar el gasto que se evitará al utilizar menos el riego presurizado. El uso de aguas residuales y la menor emisión de gases contaminantes gracias al riego deficitario contribuirán también a la sostenibilidad del método que se va implementar. Los investigadores calculan un ahorro del 30% tanto en aportaciones hídricas como en fertilizantes.

“El reto es validar e implementar esta innovación a gran escala”, reconoce Pérez Pastor. Para ello, el proyecto cuenta con la colaboración de las comunidades de regantes de Campotéjar (que agrupa parcelas de Cieza, Archena, Molina de Segura, Fortuna y Abanilla), Miraflores (Jumilla) y Genil-Cabra (Córdoba) y testará este sistema de riego en unas 15.000 hectáreas.

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