Diseña una escuela de hostelería y una residencia en Los Arcos para desestacionalizar el turismo

Un alumno de Arquitectura de la UPCT propone alternar los usos en verano e invierno del antiguo hospital para relanzar La Ribera

El edificio del antiguo Hospital Los Arcos, cuyos intentos de venta han sido infructuosos, “es una oportunidad para relanzar el turismo en el Mar Menor”. Así al menos lo concibe el nuevo arquitecto por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Francisco Javier Sánchez Belmonte, que propone en su Trabajo Final de Grado (TFG) utilizar los equipamientos ya existentes para resolver el problema de la estacionalidad de la actividad en Santiago de la Ribera.

Escuela de hostelería y residencia universitaria en invierno, hotel y estación náutica en verano, ésta es la fórmula de usos compatibles diseñada por el estudiante de la Escuela de Arquitectura y Edificación de la Politécnica, que también sugiere una zona de degustación de gastronomía local e itinerarios turísticos desde la propia cubierta del edificio hasta el mar a través del fondeadero para “poner en valor el paisaje del Mar Menor”, explica el alumno, vecino de San Javier.

“Mi abuela vivía junto al hospital y he visto como el barrio ha perdido toda su actividad. Se han cerrado negocios y servicios”, lamenta Francisco Javier. “Su trabajo es un ejemplo de la función pública de la Arquitectura, respondiendo a problemas reales”, resalta su tutor, Jaume Blancafort. “No estamos para nuestros egos, sino para dar un servicio a la sociedad”, añade.

Además reactivar en la zona, el proyecto solucionaría la ausencia de una escuela de hostelería en el Mar Menor y de un lugar de encuentro y residencia para los estudiantes de la Facultad de Ciencias del Deporte de San Javier, al tiempo que respondería al nuevo modelo turístico, que vincula alojamiento con oferta de actividades, adecentando la estación náutica. “El edificio se dedicaría en invierno a la formación para el empleo y al turismo en verano”, resume su autor. “Las habitaciones y las cocinas tendrían un uso doble y compatible uso y se mantendría durante todo el año la actividad en la zona”, explica.

“Un modelo turístico con actividad únicamente en verano no es sostenible”, subraya la co-tutora del trabajo, Patricia Reus. “La aprobación por la Unión Europea de una ITI para el Mar Menor posibilita este tipo de proyectos de regeneración que integran los barrios existentes y las nuevas actividades turísticas”, indica.

El alumno va a exponer este mes de julio las láminas de su TFG en el Ayuntamiento de San Javier, cuyo alcalde se ha mostrado muy interesado por el proyecto, que ha requerido de dos años de trabajo, partiendo de un extenso análisis previo del territorio y de su actividad en las distintas temporadas. “La concepción de la idea es lo más valioso”, apunta Blancafort, que también destaca que “el propio edificio se convierte en paisaje, incorporando el viento en la fachada gracias al movimiento pendular de una teselas suspendidas, que asimismo servirían para refrescar la temperatura”, concluye.

 

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